Page 73 - MONOGRAFIA 2023
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Robles la bandera de la Virgen de Guadalupe, así como un exhorto a dar la vida por

                  Cristo en defensa de la causa, a hacer actos de contrición si acaso se veían en la
                  muerte, y a combatir sin escrúpulo, pues el respondía ante Dios de la licitud de

                  aquella sublevación. En ese mismo instante la tropa aceptó a Santa Teresita del
                  Niño  Jesús  como  su  protectora  y  en  cierta  forma  dio  reconocimiento  como  su

                  general a Luis Ibarra quien, apenas terminado el acto de la bendición giró órdenes
                  para  que  al  siguiente  día  se  concentraran  en  los  nueve  regimientos  de  las

                  respectivas plazas y hacer formal su movimiento armado en el sur y las costas de

                  Jalisco, las actividades belicosas no se redujeron a algunos sectores sino también
                  a lugares relativamente lejanos de sus familias y casa. De hecho, su ajetreo en las

                  armas era un ir acá y allá entre victorias y derrotas los bandos contendientes de
                  todo  habían  tenido.  Sin embargo,  a  partir  del  mes  de  agosto los  cristeros  de la

                  división del sur de Jalisco prevalecieron sobre el gobierno. La iniciativa de la guerra
                  había pasado de su lado y ahí se sostendrían hasta los “arreglos” en junio de 1929.

                  El movimiento cristero de la zona de La Huerta perteneciente en aquellos tiempos

                  a  Villa  de  Purificación,  estuvo  compuesto  básicamente  por  peones  y  aparceros
                  rurales, dirigidos por sacerdotes y algunos veteranos revolucionarios, ex partidarios

                  algunos de ellos de Francisco Villa o Emiliano Zapata.


                                                                              La mayoria de campesinos

                                                                              y  peones  así  como  sus
                                                                              mujeres     combatían      la

                                                                              política laica del presidente

                                                                              Plutarco  Elías  Calles,  La
                                                                              persecución  religiosa  fue

                                                                              uno de los frutos amargos
                                                                              de  aquella  Revolución,
                   Imagen 42 La cristiada foto/www.taringa.net
                                                                              pues unas leyes injustas y
                  ciertos grupos en el poder pretendieron despojar al pueblo mexicano del católicismo

                  pues el 98 por ciento de la población mexicana profesaba la religión católica, fue en

                  aquel ambiente de persecución contra la Iglesia, ocasionado por los gobiernos de
                  la Revolución que los catolicos se veían bloqueados e impedidos por el gobierno en


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